1. La piel del bebé y los productos químicos
No hay que olvidar que la piel de un bebé es mucho más fina y delicada que la de los adultos, y por ello, necesita de unos cuidados especiales.
Por otro lado, es habitual que la ropa lleve productos químicos para su almacenaje y que se guarde en bolsas de plástico expuestas al polvo y a diferentes tipos de bacterias y ácaros.
Además, es posible que en cualquier momento de su fabricación, la prenda haya estado expuesta a productos químicos para suavizar el tejido o para colorearlo.
2. ¿Qué es lo aconsejable e imprescindible?
Por todo esto, antes de usar la ropa recién comprada es necesario e imprescindible lavarla, ya que podría llevar sustancias irritantes para la delicada piel del bebé.
Te aconsejamos que durante los primeros meses de vida de tu bebé laves su ropa por separado para que no se mezcle con la ropa sucia del resto de la familia.
3. ¿Con qué lavo la ropa de mi bebé?
Usa solo agua y un jabón que tenga una fórmula neutra e hipoalergénica para el lavado de la ropa de bebé.
Ten en cuenta que el uso indiscriminado, y a veces abusivo, de detergentes y suavizantes hace que no se disuelvan del todo en el aclarado y quede restos entre las fibras del tejido de la prenda.
Estos restos químicos pueden generar reacciones con el sudor y dañar la piel, provocando irritaciones, urticarias o, incluso, eccemas.
4. ¿Lavado a mano o a máquina?
Puedes lavar la ropa a mano, si lo indica en la etiqueta de la prenda, aunque es mejor que lo hagas a máquina para eliminar perfectamente los restos de jabón.
Eso sí, asegúrate de usar un programa corto para ropa delicada, a baja temperatura y con un centrifugado suave en tu lavadora.
Una vez terminado el proceso de lavado, tiende la ropa inmediatamente, evitarás, por un lado, que la ropa se arrugue y, por otro, al secarse al sol, que no proliferen los hongos debido a la humedad acumulada.
Estate atenta si tiendes la ropa al aire libre por los posibles insectos que pueda haber en el aire.
5. ¿Qué hago con la ropa de otra temporada?
Esta recomendación es aplicable también a la ropa que tenemos guardada en el cajón de una temporada para otra, es decir, que lleva meses sin usarse.
Estas prendas pueden haber acumulado polvo, ácaros, hongos o moho que son los factores que desencadenan la dermatitis, aquella dolencia que se manifiesta en picazón, hinchazón y enrojecimiento en la piel.
Hay que tener en cuenta que si tu bebé presenta síntomas de algún tipo de alergia, hay que acudir sin demora al pediatra para que le examine con detenimiento.
¿Y tú, qué sueles hacer? Seguro que lavas la ropa de tu bebé antes de usarla.